Nací en Madrid en 1986 y, aunque siempre he sido muy lectora, en el colegio me atraían más las asignaturas de ciencias. Estudié Arquitectura, pero durante la carrera me fui interesando por la literatura infantil y juvenil. Tuve la suerte de formar parte de la revista El Templo de las Mil Puertas desde sus inicios y más adelante empecé a colaborar con algunas editoriales de juvenil.
Comencé a escribir cuando estaba en bachillerato, casi siempre novelas juveniles, aunque ninguna me gustó lo suficiente como para enviarla a las editoriales. En el verano de 2012 tuve una idea para una novela infantil en la que aparecía un cofre mágico. Sus protagonistas, dos hermanas que eran princesas y su amigo Altrono, no se me iban de la cabeza, así que intenté escribir una serie de novelas infantiles como las que a mí me gustan: con muchas aventuras, mucho humor y unos personajes dispuestos a meterse de cabeza en cualquier lío.
Cuando escribí Princesas al ataque cometí una imprudencia: confesar que me gusta el chocolate negro. Y ahora que se ha publicado Mala, malísima Marta, la verdad sobre las brujas y el chocolate ha salido a la luz. Por suerte, solo quienes lo han leído saben de qué estoy hablando…